Manos que hilan tradición
Contla de Juan Cuamatzi,
Tlaxcala, un pueblo Nahua
Esta exposición es un reconocimiento a los procesos de tejido y teñido en nuestro municipio, teniendo como protagonistas a los Artesanos. Ellos se han encargado de salvaguardar y difundir las técnicas que han sido transmitidas durante generaciones, creando y recreando con sus manos, mentes y amor, épocas pasadas de suma importancia para esta región.
La época prehispánica con sus colores extraídos de manera respetuosa de la naturaleza, para teñir fibras que eran tejidas con el fin de expresar su sentir, donde el color determinaba las distintas jerarquías sociales. Aún quedan los vestigios de aquellos lugares, enterrados, pero nunca olvidados, solo basta saber mirar para ver la forma de vida de nuestros antepasados, los artesanos son la herencia y cultura que vive en un mundo cada vez más globalizado.
La época colonial con la simbiosis de culturas, donde el artesano adopto como propias las técnicas en telar de pedales reflejadas en diversas prendas de uso decorativo-utilitario, llenas de simbolismo e iconografía tomada de nuestra arquitectura, flora y fauna. Contla, un pueblo con visión firme, que en otras épocas transformo los ciclos de trabajo en formas de tejido hasta volverlo autosustentable, una forma de ingreso para las familias de cada artesano, pues fueron las diversas necesidades a las que se enfrentaron las que hicieron que se creara una de las piezas más representativas en esta región del México central, el “sarape” y como consecuencia de él se originó el sarape con técnicas de saltillo entre otras prendas.
La época actual que se construyó entre altibajos en las últimas décadas, donde la actividad textil artesanal en la región ha sufrido como en ninguna otra parte del país el ferviente cambio y desplazamiento por las industrias, llevándola al borde de la extinción los bellos y nobles procesos que mucho bien hacen a la cultura y naturaleza a esta zona. Hoy después de tantos acontecimientos tenemos la clara oportunidad de reconocernos como individuos con identidad propia aportando de manera significativa a la cultura textil del país, momento justo para aprender que en lo artesanal está impregnado la esencia humana de sus autores y que cada obra está llena de historia y representación de quienes somos, donde el respeto mutuo es fundamental para poder trascender estas nobles practicas a los campos que la vida consiente exige.
Ignacio netzahualcoyotl.